Tiempo...

Hace exactamente un mes que no escribo nada, estuve a full, las últimas dos semanas fueron un torbellino de sensaciones entre las que predominaron la histeria del jefe y las ganas de irme bien a la mierda de acá, quedate sólo con tus locuras, a mí no me contagies. Mis dedos están a la miseria, mis músculos gritan por un masajista, mi cabeza estalla en mil pedazos y mi estómago pide uvasal (de naranja es más rico).
Esta semana el jefe no está, va a ser muchísimo más tranquilo todo, pero así como las últimas dos semanas no se pasaban más, ésta se va a ir volando...
Quiero irme...