Qué lindas manitos que tenés VOS

Me encanta mirar las manos de la gente. Debe ser porque, a pesar de que dejé de comerme las uñas a los 16 años, no he podido dejar de arrancarme cualquier pellejo que ose asomarse en mis dedos, por lo que mis manos no son muy hermosas que digamos y este comportamiento autodestructivo se agravó cuando dejé de fumar, ya hace 2 años y medio (gracias Ale!!!).
Entonces toda persona esté al alcance de mi vista sufre un minucioso exámen de sus manos.
A las mujeres les miro los dedos, cuán largos son, cómo tienen las uñas, si las tienen pintadas, si se las comen, cuántas y qué tipo de alhajas tienen, y te dás cuanta muchas cosas, por ejemplo, se nota la que labura de limpieza porque tiene las uñas cortas y las manos destrozadas de tanta lavandina y detergente; se nota la que se rasca todo el día o con sus manos no hace más que pintarse las uñas porque las tiene del largo adecuado para hacerse la francesita (impecable, por supuesto); se nota la que va religiosamente a la manicura porque sus uñas lucen perfectas y ningún pellejito (esos a los cuales yo no les doy tregua).
Y los hombres tampoco se salvan, son las que más me gustan, será por lo que pueden hacer con ellas, no? ;). No me fijo si están casados o solteros, eso no me interesa, pero sí me fijo el largo y grosor de los dedos, para mí es muy importante que sean largos y carnuditos (detesto los dedos finiiiiiiiitos), con las uñas limpias y cortas, no comidas. Las manos tienen que ser grandotas.
Las manos que me acarician todos los días son como a mí me gustan, unas manos bien masculinas, que cada tanto llegan a casa con olor a vitamina B12 y a las cuales les crece tan rápido las uñas que yo me entretengo cortándolas (con el sufrimiento de Prin de que le rebane un dedo).
Las manos que lo acarician todos los días hacen todo lo posible para ser lindas y prolijas, pero hay una compulsión que hace que eso no sea posible... pero compenso con otras cosas =)